A unos años de tu partida.

Te veo en cada pensamiento que tengo. En mis sueños y en mis pesadillas.

Eres parte de un todo. Existes a costa de mi cordura.

Cuando cierro los ojos, trato de olvidarte. De creerme que no has sido real. Quizá solo lo hago para que me duela menos tú traición.

Pero aunque trate de negar el momento fugaz en que nuestras vidas se entrelazaron, los buenos momentos aún están ahí para recordarme que los tiempos que vivimos han sido los mejores de mi corta existencia 

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